En Francia los artistas trabajan para los reyes y la burguesía. Por ello el
edificio típico es el palacio.
Se constituyen las Academias que establecen reglamentos.
Francia fué la patria del Rococó, pero lo reduce a la decoración de interiores.
Las estructuras Rococó están fuera de Francia. Los palacios son enormes,
construidos con un cuerpo alargado y dos alas hacia el jardín formando
escuadra. Al contrario que en Italia, las fachadas no miran a la calle sino al
jardín.
Las techumbres son típicamente francesas en las que se abren buhardillas.
El urbanismo alcanzó gran desarrollo, creandose ámplias plazas. Se dió un gran
impulso a la jardinería.
Con Luis XIV, se acentúa el carácter monárquico. El rey por medio de las
Academias, fiscaliza la actividad artística. Quiso terminar el Louvre, Bernini
planteó un proyecto pero se aceptó el de Claude Perrault. También se ocupó de
Versalles queriendo engrandecer el palacio para fijar allí su residencia y la
de su corte.
En el siglo XVIII corresponde al Rococó, que corresponde al auge de la
burguesía, mientras que la nobleza pierde sus posiciones políticas, aunque
conserva sus riquezas. El Rococó corresponde a una decoración fluyente, dinámica,
asimétrica, anticlásica, con formas curvas de la decoración china, vegetales,
etc.
Con Luis XV, se establece un puente entre el Rococó y el Neoclasicismo.
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