El principio sobre el que se basa la animación era usado mucho antes de la llegada del cine. Durante todo el siglo XIX, la pasión por la investigación científica produjo gran cantidad de juguetes que producían imágenes en movimiento mediante una serie de imágenes producidas por separado. El más sofisticado fue el praxinoscopio, cuya cadena de diapositivas, cada una de ellas creada por separado, contaba una sencilla narración. Pero este proceso resultaba laborioso y fue la invención de la cámara tomavistas, que permitía la grabación fotográfica de un movimiento, lo que impulsó el desarrollo.
La historia de la animación y la filmación de secuencias están entrelazadas, pero existen diferencias en sus modos de actuar. La cámara de animación capta una imagen inmóvil y por lo tanto, el movimiento se crea por proyección. De hecho la animación se puede conseguir mediante el rallado o dibujo sobre la cinta de la película. Otra diferencia es que en muchas ocasiones se equipara lo fotografiado a lo real, de manera que al dibujo se le asocia con la fantasía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario