1.Naturaleza y concepto de la imagen.
“Durante todo un periodo de la historia de la pintura occidental, se ha llamado ‘cuadro de género’ a cualquier obra con tema puramente anecdótico, que proponía, como se decía muy justamente, una ‘escena’. (...)
“He aquí, a título de ejemplo, un dibujo de actualidad (...) con fecha del 19 de diciembre de 1891. Subtitulado: Las masacres en China (Incendios), relata una revuelta en China (...). Un texto corto, igualmente publicado en su última página, se limita a algunas variaciones sobre el tema del ‘peligro amarillo’ (...), sin aportar informaciones concretas (...). De modo que se abandona a las dos imágenes la información y el comentario a la vez.”
“Aunque basada sobre hechos reales, se trata de una imagen que está compuesta: no existe ningún personaje en la medida en que nadie está representado en particular, la escena figurada nunca ha tenido lugar en su singularidad. Además no nos dice: esto es cierto (lo que clama la foto), sino: esto es verosímil. Inmovilizados en pleno movimiento, los personajes parecen posar para el público. Se puede apreciar lo que han hecho ya (antes), se puede sin excesivo esfuerzo adivinar lo que van a hacer (después). Este singular momento que se nos propone es, en consecuencia, toda una secuencia. La religiosa del primer plano ha sido ejecutada (sin duda con los niños a los que intenta proteger), a la religiosa de la parte inferior-izquierda de la imagen le van a cortar la cabeza. El misionero atado al poste, a la derecha, ha padecido ya las peores violencias, el que avanza lentamente, en el fondo del plano, rodeado por dos hombres armados, va a ser torturado con toda probabilidad.”
“El misionero torturado, la religiosa ejecutad, el grupo formado por la otra religiosa que, sin duda, está rezando por última vez y su verdugo con el sable desenvainado, construyen una curva aproximativa, en la que se inscribe la escena más traumática: un torturado atado al suelo mientras que un verdugo con rasgos feroces le arranca la lengua con pinzas. Un chino paralizado en una actitud teatral, con una cabeza en la punta de su pica de bambú, mira la escena con interés. En el fragmento que queda, el trío ya señalado, con el misionero que avanza hacia el lugar de los torturados, rodeado por dos guardianes, de los que una lleva el cadáver de un niño desnudo, se funde ya con la confusión del fondo el plano.”
“De esta enumeración captamos lo que caracteriza esta imagen: la saturación. Excepto una zona neutra alrededor de la cual están dispuestos los elementos más traumáticos, el espacio de la imagen está ocupado por completo. No es una escena lo que se nos propone, sino varias, como si el campo limitado de la imagen se convirtiera en el lugar de una acumulación ejemplar. (...).”
“Por lo tanto, no se trata tanto de dar testimonio de un acontecimiento como de juzgar; no se muestra algo, sino que se encarna un sistema conceptual anterior en elementos visuales.(...).”
“El espacio de la imagen toma su coherencia de la coherencia del discurso y no de la organización ‘natural’ del campo, lo que le permite asumir el tiempo de la imagen.”(1)
2.CONCEPTOS Y TEORÍAS DE LA IMAGEN.
En algunas lenguas antiguas como el latín, se utiliza la misma palabra (imago) para designar la imagen, la sombra y el alma; y en griego eidos significa a la vez idea (como proyecto o modelo) y apariencia (como imagen u objeto).
Plinio en su historia natural relató la anécdota en la que Zeuxis y Parrasios hicieron una apuesta para ver quien pintaba de forma más realista. Así, Zeuxis aseguraba que los pájaros iban a picotear unas uvas que había pintado. Parrasios como desquite le ofreció a Zeuxis un cuadro tapado con una cortina que al ir a retirarla descubrió que estaba pintada.
Platón desdeñaba la pintura a la que reprochaba su engaño a los sentidos y a la inteligencia.
También en la antigua Grecia se crea el mito de Narciso, un muchacho tan bello que queda enamorado de su propio reflejo al verse reflejado en un estanque, aunque:
“El mito griego de narciso atañe directamente a un hecho de la experiencia humana, como lo indica la palabra Narciso. Ésta proviene de la palabra griega narcosis o entumecimiento. El joven narciso confundió su reflejo en el agua con otra persona. Esta extensión suya insensibilizó sus percepciones hasta que se convirtió en el servomecanismo de su propia imagen extendida o repetida. La ninfa Eco intentó cautivar su amor con fragmentos de sus propias palabras pero fue en vano. Estaba entumecido. Se había adaptado a su extensión de sí mismo y se había convertido en un sistema cerrado.”(2)
El mito romántico de Pigmalión nos habla de un escultor obsesionado con la representación de la idea de la belleza femenina. Cuando consigue representarla queda tan enamorado de ella que le pide a los dioses que le den vida.
3.LA DIFERENCIACIÓN DE PEIRCE.
Conviene recordar la diferenciación que hacía Peirce(3) entre lo icónico y lo simbólico. En esta tradición, los símbolos se basarían en una convención social, mientras que los iconos lo harían sobre una relación de semejanza con el referente. Así un símbolo podría ser la señal de “Stop” que debe su significado a una convención meramente social, y un icono sería el logotipo de una panadería en la que apareciese un pan.
4.LA IMAGEN COMO SISTEMA DE SIGNOS.
Toda imagen siempre es portadora de un mensaje, es decir que se establece una comunicación entre la imagen y el espectador que la ve. Así, cualquier imagen para ser entendida como mensaje visual, necesita del conocimiento de un código por parte del emisor (el que produce la imagen) y el receptor (o decodificador). Se establece pues una comunicación que atiende al sistema básico comunicativo:
Código (compartido) | ||
EMISOR | MENSAJE | RECEPTOR (decodificador) |
Medio (papel, tele, foto, etc.) |
A pesar de que este esquema es muy básico y que en la actualidad los esquemas de la comunicación son mucho más complicados, nos sirve para entender que cuando realizamos cualquier obra en la que usemos la imagen, estamos usando un lenguaje en el conocimiento del mismo, enriquece la producción.
Hay que tener en cuenta que el esquema anterior, no es unidireccional, y el receptor es alguien del que se espera una respuesta.(4)
5.EL LENGUAJE VISUAL.
"Existe un pensamiento plástico -o figurativo- lo mismo que existe un pensamiento verbal o un pensamiento matemático. (...).Los que ponen en duda el valor autónomo del arte confunden imitación con representación."(5)
“Siempre que se diseña algo, o se hace, boceta y pinta, dibuja, garabatea, construye, esculpe o gesticula, la sustancia visual de la obra se extrae de una lista básica de elementos. Y no hay que confundir los elementos visuales con los materiales de un medio, con la madera , el yeso, la pintura o la película plástica. Los elementos visuales constituyen la sustancia básica de lo que vemos y su número es reducido: punto, línea, contorno, dirección, tono, color, textura, dimensión, escala y movimiento.”(6)
"Existe un pensamiento plástico -o figurativo- lo mismo que existe un pensamiento verbal o un pensamiento matemático. (...).Los que ponen en duda el valor autónomo del arte confunden imitación con representación."(5)
“Siempre que se diseña algo, o se hace, boceta y pinta, dibuja, garabatea, construye, esculpe o gesticula, la sustancia visual de la obra se extrae de una lista básica de elementos. Y no hay que confundir los elementos visuales con los materiales de un medio, con la madera , el yeso, la pintura o la película plástica. Los elementos visuales constituyen la sustancia básica de lo que vemos y su número es reducido: punto, línea, contorno, dirección, tono, color, textura, dimensión, escala y movimiento.”(6)
(1) Gautier, Guy. Veinte lecciones sobre la imagen y el sentido. Col. Signo e Imagen nº2. Ed. Cátedra Madrid 1986. Cit.pag. 73-76.
(2) MacLuhan, Marshall, Comprender los medios de comunicación. Piados comunicación nº77. Ed. Piados, Madrid 1994. Cit p.61.
(3) Peirce, Charles S. Obra lógico semiótica. Ed. Taurus. Madrid 1987.
(4) Casetti, Francesco. El film y su espectador. Col. Signo e imagen. Nº14. Ed.Cátedra. Madrid 1989.
(5) Francastel, Pierre. La realidad figurativa. Vol. I. Paidós Estética. nº16. Ed. Paidós. Barcelona 1988. Cit.p. 90.
(6) Dondis, D. A. La sintaxis de la imagen. Ed. Gustavo Gili. Barcelona 13ª ed. 1998.
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