domingo, 12 de junio de 2011

El Renacimiento (12).

8.Pintura española durante el Renacimiento.


España no se adhiere al Renacimiento a pesar de que recibe influencia de la pintura italiana. Muchos pintores españoless se forman en Italia: Berruguete con Miguel Angel, Becerra con Vasari. Pocos son los pintores italianos que vienen a España. El Renacimiento se impuso por las pinturas que llegaban de Italia, los grabados y a los pintores flamencos que adoptaron el estilo rencentista, y que estaban en la península por la abundancia de trabajo. Leonardo, Miguel Angel y Rafael serán junto con el Manierismo los que más influirán en la pintura española, que tiene como mayor representante a el Greco. Es una pintura religiosa al servicio de la religión, de ahí la escasa importancia de la pintura.
Es característico de la sociología de la Reforma el hecho de que el movimiento tuvo su origen en la indignación por la corrupción de la Iglesia, y que la codicia del clero, el negocio de las bulas y los beneficios eclesiásticos fueron la causa inmediata de que se pusiera en movimiento.

La desviación del protestantismo ocurrió a plena luz del día, en la época de la imprenta, de los folletos, del general interés y capacidad de juicio políticos. El punto de vista de Lutero en la cuestión de los campesinos era sólo un síntoma de la evolución que había de tomar toda idea revolucionaria en la era del absolutismo. Lutero, que comenzó en sus ideas estando de parte de los campesinos revolucionarios, juzgó posteriormente desfavorablemente las opiniones de aquéllos.

Después de la Reforma, no sólo no hubo ya ningún buen católico que no estuviera convencido de la corrupción de la Iglesia y de la necesidad de su purificación, sino que se adquirió conciencia de la interioridad, suprahumanidad y falta de compromiso perdidas en la fe cristiana, y se sintió una inextinguible nostalgia por su restauración. El deseo de interiorización y profundización de la vida religiosa en ninguna parte era más fuerte que en Roma.

La teoría y el programa del realismo político fueron desarrollados por primera vez por Maquiavelo; en él se encuentra la clave de toda la visión del mundo del Manierismo.

El maquiavelismo, con su doctrina de la doble moral, tiene un único paralelo en la historia de la humanidad occidental, y es la doctrina de la doble verdad, que escindió la cultura de la Edad Media y dio paso a la época del nominalismo y naturalismo.

El Concilio de Trento se convirtió en la alta escuela del realismo político. Los directores espirituales del Concilio de Trento quisieron trazar una frontera clara entre la ortodoxia y la herejía. Inmediatamente después de la conclusión de las sesiones tridentinas, que duraron diez y ocho años, se estableció otro patrón político, dictado por un profundo sentido realista, que atenuó esencialmente el rigorismo de los años conciliares, especialmente en cuestiones artísticas.

Se trataba de iluminar la severidad del catolicismo militante, de ganar también a los sentidos para la fe , de hacer más atractivas las formas del culto, y de convertir a la Iglesia en una casa magnífica y agradable.

Con la convocatoria del Concilio cesó el liberalismo de la Iglesia respecto del arte. La producción artística de la Iglesia fue puesta bajo vigilancia de teólogos, y los pintores habían de atenerse, especialmente en las empresas mayores, estrictamente a las indicaciones de sus consejeros espirituales. La elección de los medios artísticos también es prescrita por las autoridades eclesiásticas en muchos aspectos más estrictamente que en la Edad Media. Los artistas han de atenerse exactamente a la forma canónica de las historias bíblicas y a la exposición oficial de las cuestiones dogmáticas.

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