El estreno en 3D de Avatar de James Cameron, hizo que se multiplicaran en 2010 los estrenos de películas que se publicitaban como 3D y que de esta forma aumentaban las recaudaciones en las salas que se exhibían. Dos casos fueron Alicia en el país de las maravillas y Furia de Titanes, ninguna de las dos rodada con la tecnología 3D usada por Cameron, sino que son películas reconvertidas digitalmente para su visionado en los cines, con el consiguiente aumento del precio de la entrada. El (re)surgimiento del 3D parecía que iba a ser la piedra filosofal que traería más espectadores a las pantallas, pero no ha sido así, y muchas de las producciones es posible, dicen ahora los expertos, que hubiesen recaudado lo mismo e incluso hubiesen aguantado más en cartel.
El ejemplo está en que Up (2009), recaudó casi lo mismo que Toy Story 3 teniendo muchas menos copias 3D en cartel, pero manteniéndose más semanas de exhibición.(1)
(1) Fuente: Cahiers du cinema España. Nº 41. Caimán ediciones S.L. Madrid 2011.
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