Cuando se pretende buscar las influencias posteriores de un autor se intenta ver cuales son las referencias a su trabajo que se pueden encontrar en la obra de otros autores. Se busca en la obra de otros autores mayormente las referencias gráficas y narrativas. De manera que el autor que se considera que influye a los demás, se presenta como el principio de una saga de autores que utilizan de determinada forma algunos aspectos determinados del medio. Por ejemplo, en el caso de Hergé, éste es puesto en el principio de la creación de una escuela (franco-belga, junto a Jacobs), y se señala a diversos autores como continuadores de la tradición iniciada por él.(1)
Una forma de ver el asunto de las influencias e intentar comprenderlas, es proceder como lo hace George Kubler.(2) Este autor, hace una historia de las cosas en la que nos dice que una invención en la historia viene precedida por una gran cantidad de copias, que se caracterizan y caracterizan a la invención original, en que éstas tienen menos calidad. De esta forma tendríamos períodos en los que (cuando dicha invención se produce) nos encontraríamos gran cantidad de objetos (u obras) las cuales reunirían ciertas características de similitud. Pero, no obstante dice Kubler, resulta muy difícil ver cuando acaban las cosas y cuando comienzan. Así, cada grupo de objetos constituiría una serie determinada de clases de objetos, en la que cada nueva forma reduce las posibilidades o duración de su clase. En resumen, cada secuencia temporal, dice él, viene determinada por una forma mental y las soluciones que se den a ella, es decir, sus categorías formales.
"Cada necesidad evoca un problema. La unión de cada necesidad con nuevas soluciones lleva a la concepción de una secuencia."(3)
Kubler se refiere en todo momento a los utensilios mecánicos o prácticos que sirven al hombre. En ésto se parece a Nicolás de Cusa, el cual hace una teoría del arte basada sobre el modelo del carpintero(4). En cierta medida Kubler sustituye la necesidad por idea que antecede a la forma.
"El problema que revela cualquier secuencia de objetos fabricados puede considerarse como su forma mental, y las soluciones relacionadas como su categoría formal. La entidad compuesta por el problema y sus soluciones constituye una forma-tipo. Históricamente sólo están enlazadas como secuencias aquellas soluciones relacionadas entre sí por los vínculos de la tradición y la influencia."(5)
Lo que nos interesa de Kubler es que delata el hecho de que los objetos y su desarrollo tienen unas formas que responden a necesidades internas de producción. Existe pues un pensamiento intrínseco al sistema de los objetos. Las formas se miran a sí mismas y en su interior. Cada secuencia de objetos observa en sus soluciones y en sus propias limitaciones (éstas producidas por las mismas soluciones) para la creación de nuevas formas. Ellos mismos plantéan problemas que ellos mismos resuelven. Aplicado lo dicho al sistema historietístico que nos ocupa, podemos observar como desde su propio interior y su propio devenir, el sistema historietístico descansa principalmente, sobre sus propias referencias, y aunque por supuesto no señalamos en ningún momento su condición autónoma con respecto a la sociedad, si que pensamos que la creación en la historieta no responde a necesidades de ésta:
"Existe un pensamiento plástico, distinto del matemático, del físico, del biológico o del político. Este pensamiento plástico posee el rasgo particular, entre muchos otros, de utilizar un medio o un soporte no verbal."(6)
Kubler, intenta una superación de la noción de estilo y propone una clasificación en objetos originales y réplicas. El, atribuye a ese objeto original como resultado de la materialización de la idea que se encuentra en la mente del artista. El hecho de buscar en la mente, en la imaginación o en la conciencia del creador el resultado (creación) es atribuirle a lo creado el estatuto de efecto de éstas. Se procede de esta forma: si existen copias de objetos originales (Kubler), entonces deben haber unos objetos originales primeros que respondan al motivo de la creación. Al hacer por tanto, historia de las cosas, se procede ordenándolas según estos criterios, y al principio de ésta ordenación, se le suma la idea de mente o conciencia como creadora, con lo que no es de sorprender que ésta posteriormente se encuentre donde anteriormente se había puesto.
"Quien no sabe poner su voluntad en las cosas pone en ellas al menos un sentido: es decir, cree que hay en ellas una voluntad (principio de la 'fe')".(7)
La creación, o la relación del artista con el objeto creado, suscita la idea de que una forma es creada en lo abstracto y luego deviene en objeto original. Permítasenos una larga cita de Mikel Dufrenne, en la que se nos da cuenta de un devenir, que es el que nosotros estamos intentando aplicar para entender el devenir en la creación y en el desarrollo.
"Pues si la obra existe antes de la ejecución creadora, es sólo para el artista, y en imagen. (...). El creador no ve, siente: ¿qué es lo que siente?. Una certeza, la evidencia de dar la medida de una tarea y de haberse arriesgado en un camino jalonado por sus obras precedentes; pero también un deseo de responder a una llamada: algo quiere existir; en ello ha pensado el artista desde hace tiempo, en términos de oficio, no se olvide, intraducibles para el profano, tanto por su referencia a algo personal como por su carácter técnico, ya que el artista se debate consigo mismo cuando piensa en colores, armonías o personajes. Este trabajo de meditación como la gestación de la mujer, se esfuerza en fijar y en liberar: estamos ante algo que quiere ser, que desea existir. La obra que el artista lleva consigo, en este nivel es ya una exigencia. Pero sólo exigencia y además interior al creador, no es algo que pueda ver o imitar. (...), y la exigencia que le embarga es la expresión de una cierta lógica interior: lógica de un cierto desarrollo técnico, de una cierta investigación propiamente estética, de una maduración espiritual; y todo ello se confunde en el artista y el artista es el que se confunde en ello: más profundamente que otro hombre. se hace haciendo y hace porque se hace así mismo."(8)
[1] Un importante estudio publicado con respecto a las influencias de Hergé, se puede encontrar en: Lecigne, Bruno. Les heritiers d'Hergé. Editorial. Magic Strip. Bruxelles. 1986. El autor ordena la corriente clásica fundadora de la escuela de Bruselas alrededor de Hergé y Jacobs, señalando a su vez que esta corriente conoce así mismo influencias tópicas y es igualmente, el resultado de una tradición. Con lo que da a entender de esta forma que se juntaron un serie de acontecimientos que fueron recogidos en la forma del estilo de Hergé.
[2] Kubler, George. La configuración del tiempo. Col. Arte. Alberto Corazón Editor. Madrid. 1975. (Tit.orig: The Shape of Time. 1962).
[3] Kubler, George. op.cit.p.69.
[4]Ver las páginas 79-81 de: Tatarkiewicz, Wladislaw. Historia de la Estética. Tomo III. La estética Moderna. 1400-1700. Ed.Akal/Arte y Estética.Nº17. Madrid.
[5] Kubler, George. op.cit.p.45.
[6]Francastel, Pierre. Sociología del arte. Alianza/Emecé. Madrid 1990. (1ªed.1975). cit.p.38.
[7] Nietzsche, Friederich. El ocaso de los ídolos. Col. Poesía y Prosa Popular. Nº43. Madrid. Cit.p.40.
[8] Dufrenne, Mikel. Fenomenología de la Experiencia Estética. Vol.I. El objeto estético. Ed. Fernando Torres Editor. Valencia. 1982.
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