El
Romanticismo opone a la idea de Imperio la idea de nación: es nacionalista. El
nacionalismo es más retrógrado que la idea de Imperio en sentido imperialista.
La Revolución propone un sentido contrario que se materializará a través del
Romanticismo.
El
arte romántico tendrá como uno de los temas principales la pintura de historia
y el culto a lo exótico (Delacroix, Ingres …). Son pinturas de gran formato, es
una pintura muy teatral y está dirigida al público del arte burgués.
El
Romanticismo abarca relativamente desde 1810-1850. El pintor burgués sería el
pintor de oficio. El siglo XIX es el siglo en el que aparece el proletariado
como clase social, en 1849 aparece el Manifiesto Comunista de Marx y Englels.
Todas las tensiones producidas por esta situación se van radicalizando hasta el
final de siglo.
El
arte del Romanticismo pierde sus primigenios postulados hasta cambiar sus
contenidos.
En
1836, en Francia se crea la Escuela de Barbizon, que era un grupo de pintores
que podríamos llamar domingueros. Uno de ellos fue Rousseau, que irá a Barbizon
a pintar paisaje de una forma completamente nueva y que sentará las bases del
futuro Impresionismo.
Los
temas del Romanticismo son temas exóticos y es una pintura que es cohetánea del
Neoclasicismo, pero a los neoclásicos les gusta ser más impersonales. Se opone
el racionalismo del Neoclásico al emocionalismo romántico. El Neoclasicismo
tiene un carácter didáctico que trata de no perturbar al espectador con la
pincelada, al contrario que el pintor romántico en el que la pincelada va a
tener importancia.
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