viernes, 19 de octubre de 2012

Pop Art


La cultura Pop conlleva una modificación de actitudes respecto al objeto. Los objetos han dejado de ser únicos como ocurría con el arte hasta entonces. Las cosas que usamos han sido hechas idénticas a millares, cada una de ellas es idéntica al resto. Muchos objetos son valorables en función del papel que desempeñan y los servicios que prestan. Las obras de arte padecen también esta actitud: se convierten en acciones o funciones, más que en cosas. El Pop-art comparte esta característica con otros estilos contemporáneos suyos: el Op art y el Arte Cinético.
Una pintura Pop es a menudo un suceso congelado, nos topamos con él un momento y ya ha cumplido su tarea. No necesitamos volver a mirarlo de nuevo, es para usar y tirar.
Uno de los primero descubrimientos que hacemos cuando empezamos a mirar cuidadosamente las pinturas Pop es que muy poco de ellas nos llega de primera mano, en cuanto resultado de la propia observación directa del pintor.
Esta no re-crea, elige. Elige de entre imágenes que ya han sido procesadas.
Lo que a menudo parece interesar al pintor pop es que el objeto esté despersonalizado, que sea típico en vez de individual. El Pop rehúye lo particular.

No hay comentarios:

Publicar un comentario