domingo, 3 de abril de 2011

Blade Runner.(2)

    En Blade Runner (Ridley Scott 1982), los replicantes que viven en “las colonias del mundo exterior”, hacen un viaje suicida a la Tierra para saber si pueden alterar su código genético y de esta forma “vivir más”[1]. Para ello Roy Batty se encuentra con su creador al que acabará asesinando. Tras su muerte y entender Roy que va a morir y que no puede hacer nada por remediarlo, entiende su propia existencia y, aunque el hecho de que no acabe con Deckar puede interpretarse como que el Blade Runner es un replicante también puede pensarse que necesita un testigo ocular de su fenecimiento.
     Desgraciadamente para Roy, a diferencia de Perseo[2], no logra engañar a la muerte, así que únicamente le queda la aceptación, y, haciendo un canto coral de lo que significa haber vivido, nos hace ver que ello significa haber visto, haber convertido en imagen todo aquello que se ha vivido y poderlo transmitir aunque como pálido reflejo en una fotografía, para que todas esas cosas no se pierdan “como lágrimas bajo la lluvia”. Al querer Roy que el Blade Runner se quede contemplando su muerte, es por que confía en que con su presencia él mismo quede convertido en imagen. A pesar de que le está contando a Decker todo lo que ha visto entiende que esas cosas vistas morirán con él. Para Roy resulta evidente que lo visto por él no se puede convertir en algo que se transmite, si no que es personal e intransferible. Cuestiona de esa forma el valor de la tradición, lo antiguo, la herencia, lo que la cultura transmite. Solamente viviéndola[3] se puede entender cualquier acción. A los que son mortales les queda el recuerdo que no pueden transmitir por que sólo ellos lo han visto. De ese modo, de forma parecida a Orfeo[4] con su lira, el replicante Roy Batty trata con su canto de cisne cautivar a los moradores del Hades, quizás con la esperanza de que se le perdone la vida. Pero su canto no es oído.



[1] El entrecomillado se debe a que citamos directamente la voz del film. 
[2] Graves, Robert. Los mitos griegos 1. Alianza Editorial nº 1110, Ed. Alianza. Madrid 1995 (1ª Ed. 1985), ver pp. 293-303.
[3] Llegados aquí ver y vivir se identifican.
[4] Graves, Robert. Op. Cit. ver pp. 135-140.

2 comentarios:

  1. Convertir en imagen todo aquello que se ha vivido...
    sintetiza perfectamente mi idea de la fotografía
    La escena de Blade Runner que describes es la mejor de la pelicula y tiene varias lecturas que darían mucho para hablar

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  2. Todos tenemos algo de Narciso cuando vio su propia imagen y se enamoró de ella. Es la imagen y no la realidad la que nos impulsa al amor.

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