Es el más
implicado en el grupo y el que escribe el manifiesto que más tarde servirá de
excusa para la disolución del grupo- Kirchner es el poeta de la ciudad, de la
vida artificial, de las calles.
Vive
angustiado por reflejar los ambientes que lo rodean, pintando prostitutas y
barrios bajos, con un lenguaje seco y vibrante, con trazos convulsos semejantes
a descargas nerviosas.
Cuando creía
que sus cuadros ya no tenían la fuerza y el compromiso que tenían en un
principio, se suicidó. Antes de matarse en 1938 su pintura buscaba el gusto
francés que era más refinado que el expresionista.
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