martes, 11 de enero de 2011

Bienvenido a la casa de Muñecas

Bienvenido a la casa de Muñecas (Todd Solondz 1995) cuenta la historia de una  niña (Dawn Wiener), en la edad de la pubertad que es tratada mal tanto en el instituto como en casa, pero que a su vez es maltratadora del pequeño Ralphy, o de su hermana (¿?) en cuanto se le presenta la ocasión de descargar sus frustraciones sobre ellos.
Las relaciones con sus padres y hermanos se presentan en la narración casi como un chiste negro en el que su hermana es la hermana querida, a la que siempre vemos en traje de ballet y con una música narrativa que la acompaña en cada aparición que la señala como en el país de las maravillas. Mientras, en las apariciones de Dawn la música es como si se presagiase un desastre.
El único amigo que le queda al final de la película es Brandon, compañero de clase y violador frustrado que tiene un hermano con síndrome de down, malvive con su padre y que decide escaparse de casa al final de la película.
El humor negro que tiñe el film es lo único que nos hace distanciarnos de la desesperación del personaje de Dawn.
    Más dura es Happiness (Todd Solondz 1998) en la que los temas tratados (violación, pedofilia, suicidio, etc) son contados desde la distancia de una crudeza que nos lleva a la risa o a la indignación.







Todd Solondz en Fotogramas Agosto 2010.


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